La inteligencia artificial (IA) llegó para quedarse, y la traducción médica no es la excepción. Sin embargo, cuando hablamos de salud, no todo se trata de velocidad o ahorro de costos: lo que está en juego es la seguridad de los pacientes y la credibilidad de las instituciones de salud.
Los motores de traducción automática pueden ser un gran apoyo, acelerando procesos y permitiendo manejar volúmenes de información que antes resultaban imposibles. Además, reducen costos operativos y facilitan la comunicación multilingüe en entornos globalizados.
Pero la IA tiene límites claros:
- No distingue matices culturales que pueden cambiar el sentido de un mensaje.
- Puede pasar por alto la jerga médica local que los pacientes y profesionales realmente usan.
- No interpreta correctamente las implicancias legales y regulatorias de ciertos términos.
En este sentido, la supervisión humana sigue siendo indispensable. Un traductor especializado no solo corrige errores, sino que asegura que el texto final sea seguro, comprensible y adaptado al contexto.
¿Cuándo usar IA + revisión humana?
- Proyectos de gran volumen que requieren tiempos de entrega rápidos.
- Traducciones urgentes donde la velocidad es clave, pero sin sacrificar calidad.
- Documentos internos no críticos, que sirven como material de referencia.
¿Cuándo evitar el uso exclusivo de IA?
- Formularios de consentimiento informado, donde un error puede tener consecuencias legales graves.
- Etiquetado farmacéutico, ya que una mala traducción puede afectar directamente la seguridad del paciente.
- Instrucciones médicas para pacientes, donde la claridad y comprensión son vitales.
Conclusión
En SumaLatam creemos que el futuro de la traducción médica está en la combinación inteligente: aprovechar la agilidad tecnológica de la IA, pero siempre bajo la mirada crítica y experta de profesionales humanos. Solo así garantizamos contenidos que no solo informen, sino que también protejan vidas y construyan confianza.